Anecdotas Pamplona (I)
En uno de mis frecuentes paseos por lo viejo de Iruña. Esta Mañana, algo hizo acercarme en la Plaza del Castillo, a un grupo de ciclistas que estaban acompañados de un Policía Municipal y un trabajador de las grúas en uno de los aparcamientos habilitados para bicicletas.
Cuando veo que el gruista lleva una cizalla y una cadena en su mano, y ya pregunto que ha pasado.
Enseguida me cuentan que una de las componentes del grupo habia roto la llave dentro del candado.... menos mal que las grúas pamplonesas llevan cizalla.
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